viernes, 23 de abril de 2010

LA CABEZA DE JUAN BAUTISTA


Mc 6, 14-29
-Padre, he matado 100 indios. Yo no sabía que estaba mal matar indios.
-¿Porqué lo hiciste?
-Para talar los árboles de sus tierras y venderlos a la Compañía Forestal.
-¿Nunca te dijo la Compañía Forestal que eso no se debía hacer?
- No, nunca. Al contrario, siempre me alentó a hacerlo.
Aguijoneado por esta información, el Padre, un misionero venido del extranjero, decide entrar en la arena. Reúne a algunos abogados y los convence de la necesidad de defender ante los tribunales los derechos de los indígenas.
Una denuncia se realiza entonces contra la Compañía Forestal. La compañía jura que de haber sabido que era ilegal matar indios, nunca lo hubiera tolerado. El tribunal cree en la buena fe de la compañía y la declara inocente. El misionero apela de este juicio ante la Corte de Primera instancia, pero obtiene el mismo veredicto. Finalmente se dirige a la Corte Suprema, que confirma los juicios anteriores.
Que la Compañía Forestal salga absuelta de toda culpa y cargo, no es sorpresa para nadie, ni para el misionero, ni para los abogados, ni para los indígenas… Porque es la misma vieja historia que se repite : la historia de Herodes, de Herodías y de Jean Bautista.
Los jueces vendidos a los intereses de la Compañía Forestal son el mismo Herodes que está servilmente sometido a los caprichos de Herodías.
Herodías, la bailarina que seduce a Herodes para que le corte la cabeza a Juan Bautista y se la regale sobre una bandeja de plata, es la Compañía Forestal.
Y Juan Bautista son los indígenas que Herodes sacrifica a los intereses de la Compañía Forestal.
Juan Bautista, el profeta, es también ese buen misionero, que arriesga su cabeza por los indígenas.
Es cierto que la Compañía Forestal no le ha cortado la cabeza al buen misionero hasta ahora, pero no escatima esfuerzos para que abandone la lucha y se marche del país.
Sabido es que, aún habiendo hecho menos que este misionero por los desposeídos de este mundo, muchos hombres y mujeres han sido arrestados, torturados, expulsados, asesinados o desaparecidos.
Pero, gracias a esos profetas, un día, todos los indígenas y explotados del mundo terminarán por salir de sus tumbas.

1 comentario:

  1. Gracias Eloy, igual tengo esa plena sensación de conocerlo de años, lo considero un hermano pero un HERMANO MAYOR...por lo que usted representa para mi y seguro que para otros tantos, por lo que intentó realizar como Padre de una pequeña, humilde pero cristiana y gloriosa Iglesia en Tilcara Jujuy. Por sus escritos tan esclarecedores, punzantes, reflexivos, críticos de lo light y aguado de nuestro mensaje cristiano...solo recuerdo algunos: "Jesús y los chanchos", "Cristianismo sin justicia es como auto sin ruedas", etc, etc escritos que lograron abrir aún más mi cabeza, pero SOBRETODO saber que no estoy solo, que otro Evangelio existe, y que mal intencionadamente en unos casos y en otros por ignorancia u omisión a sido velado o dejado de lado.
    Gracias Eloy por disfrutar tardes interminables y gozosas leyendo y releyendo y volviendo a releer sus brillantes notas, usted logró volverme un poco a la alegría y júbilo de la niñez, en el sentido con la avidez que esperaba los santos miércoles que llegaba su nota junto a los de Fe adulta. Gracias por hacerme feliz con esa propuesta y esa otra visión y óptica de ese otro Evangelio y brindarme también la posibilidad de crecer como ser HUMANO primero y como CRISTIANO después.
    Gracias amigo porque así lo siento en esta empatía de Espíritu...y sepa que en lo mínimo que pueda ayudarle aquí estoy hermano...y no quisiera irme de esta Tierra sin antes haber cruzado un apretón de manos o un fuerte abrazo, la vida y las circunstancias lo dirán, porque descarto desde ya que Dios si lo quiere.
    Nuevamente le pido NO DEJE DE ESCRIBIR, usted es luz, consuelo, aprendizaje y esperanzas para muchos que aún creen que el Reino de Dios es factible en este misma Tierra.
    Su amigo de sueños, proyectos y utopías. José Luis Aníbal Battellino. Córdoba Argentina

    ResponderEliminar